EL CUERPO Y LA MOTO
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En esta secuencia se aprecia el movimiento correcto para accionar la palanca de cambios.
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Aquí vemos una postura correcta sobre la moto, el cuerpo se nota relajado, manos y pies listos para reaccionar y la vista fija en la carretera.
Aquí se ve una postura incorrecta, con los brazos estirados, la cintura muy forzada y los pies apoyados en la punta, dificultando una rápida reacción.
El cuerpo:
La regla de oro es que nuestro cuerpo debe tener una posición natural y relajada. Para determinar esto, con la moto apoyada sobre el gato central, debemos sentarnos en el asiento de manera natural y con los brazos caídos y relajados. Los pies deben estar colocados sobre los estribos, apoyados en la zona media de la planta. Si tu moto no tiene gato central, lo puedes practicar circulando a baja velocidad y en un sitio despejado. De esta manera nuestro propio cuerpo nos dirá cual es la posición correcta.
Cualquier posición forzada y "antinatural", como por ejemplo sentarse sobre el asiento del pasajero, es peligrosa porque retardará los tiempos de repuesta de nuestro cuerpo y sentiremos el cansancio más pronto.
La regla de oro es que nuestro cuerpo debe tener una posición natural y relajada. Para determinar esto, con la moto apoyada sobre el gato central, debemos sentarnos en el asiento de manera natural y con los brazos caídos y relajados. Los pies deben estar colocados sobre los estribos, apoyados en la zona media de la planta. Si tu moto no tiene gato central, lo puedes practicar circulando a baja velocidad y en un sitio despejado. De esta manera nuestro propio cuerpo nos dirá cual es la posición correcta.
Cualquier posición forzada y "antinatural", como por ejemplo sentarse sobre el asiento del pasajero, es peligrosa porque retardará los tiempos de repuesta de nuestro cuerpo y sentiremos el cansancio más pronto.
Con las manos sobre la empuñadura, en una posición que sea cómoda, debemos estirar los dedos y ajustar las palancas de forma que queden justo abajo, así será más fácil accionarlas y mucho más cómodo.
Manos y brazos:
Partiendo de la correcta posición del cuerpo sobre la moto, explicada anteriormente, debemos hacer la presión suficiente sobre los puños de la empuñadura para mantener con firmeza la dirección para que cualquier desnivel o piedra no nos descoloque la moto, pero al mismo tiempo manteniendo los brazos y las manos relajados para retrasar el cansancio. Para lograr esto, coloquemos las palmas de las manos sobre los puños dejando que se acoplen de manera natural a la inclinación del manubrio. A partir de ahí estiremos los dedos de las manos. Lo ideal es que en este punto los dedos caigan sobre las palancas de freno y embrague, por lo tanto será esta posición la que nos determine la altura a la que debemos ubicar las palancas. Además deben tener la distancia correcta a los puños para que nos permita accionar estos mandos de manera natural.
Es una buena costumbre dejar permanentemente los dedos índice y corazón de cada mano sobre las palancas de embrague y freno, sobre todo esta última, lo que nos permitirá accionar los mandos con más rapidez y no perder décimas de segundo vitales mientras los dedos se desplazan hasta las palancas en una emergencia, y así evitaremos frenadas bruscas o bloqueos de la rueda delantera al desplazar, con poco control debido a la urgencia, los dedos hacia la palanca del freno. Con el resto de los dedos haremos la presión sobre el manubrio para mantenerlo firme mientras conducimos.
Partiendo de la correcta posición del cuerpo sobre la moto, explicada anteriormente, debemos hacer la presión suficiente sobre los puños de la empuñadura para mantener con firmeza la dirección para que cualquier desnivel o piedra no nos descoloque la moto, pero al mismo tiempo manteniendo los brazos y las manos relajados para retrasar el cansancio. Para lograr esto, coloquemos las palmas de las manos sobre los puños dejando que se acoplen de manera natural a la inclinación del manubrio. A partir de ahí estiremos los dedos de las manos. Lo ideal es que en este punto los dedos caigan sobre las palancas de freno y embrague, por lo tanto será esta posición la que nos determine la altura a la que debemos ubicar las palancas. Además deben tener la distancia correcta a los puños para que nos permita accionar estos mandos de manera natural.
Es una buena costumbre dejar permanentemente los dedos índice y corazón de cada mano sobre las palancas de embrague y freno, sobre todo esta última, lo que nos permitirá accionar los mandos con más rapidez y no perder décimas de segundo vitales mientras los dedos se desplazan hasta las palancas en una emergencia, y así evitaremos frenadas bruscas o bloqueos de la rueda delantera al desplazar, con poco control debido a la urgencia, los dedos hacia la palanca del freno. Con el resto de los dedos haremos la presión sobre el manubrio para mantenerlo firme mientras conducimos.
La posición correcta de la mano es como muestra la foto. Bien apoyada en el manillar y con dos dedos listos para accionar el freno, así la reacción en una emergencia es mucho más rápida y controlada.
Posiciones "antinaturales" como llevar los codos metidos hacia adentro o ir con los brazos completamente estirados tan solo nos hará cansar más y perder capacidad de reacción.
Aquí vemos el pie apoyado correctamente en el estribo y justo sobre la palanca de cambios, así el movimiento para accionarla es mínimo. Lo mismo se aplica al freno trasero. El truco está en ajustar las palancas.
Los pies:
La posición correcta de los pies es aquella en la que teniéndolos sobre las estriberas y apoyándonos con la parte media de la planta nos permitan accionar la palanca de cambio y el freno trasero sin necesidad de levantar el pie y desplazarlo. Poner la punta de los pies sobre las estriberas, apoyarlos en los talones con el resto del pie colgando o hacer los cambios con la parte trasera del pie para no marcar los zapatos solo hará que nos cansemos más y tardemos más en hacer los cambios y frenar, con los peligros que esto conlleva.
De acuerdo con lo explicado hasta el momento la posición adecuada de la palanca de cambios es aquella que nos permita accionarla, tanto hacia arriba como hacia abajo, sin sacar el pie del estribo y solo necesitando moverlo en sentido lateral, para poder utilizar el empeine al accionar la palanca hacia arriba, o la planta en el caso de hacerlo hacia abajo. De igual manera sucede con la palanca del freno trasero que debe estar a la altura correcta que nos permita accionarlo sin desplazar el pie y que nos quede justo debajo, aunque sin ejercer una presión que calentará el freno trasero y gastará las pastillas o bandas. Además de esto debemos tener cuidado de que el freno tenga un recorrido y un tacto con el que nos sintamos cómodos y nos permita frenar eficientemente.
La posición correcta de los pies es aquella en la que teniéndolos sobre las estriberas y apoyándonos con la parte media de la planta nos permitan accionar la palanca de cambio y el freno trasero sin necesidad de levantar el pie y desplazarlo. Poner la punta de los pies sobre las estriberas, apoyarlos en los talones con el resto del pie colgando o hacer los cambios con la parte trasera del pie para no marcar los zapatos solo hará que nos cansemos más y tardemos más en hacer los cambios y frenar, con los peligros que esto conlleva.
De acuerdo con lo explicado hasta el momento la posición adecuada de la palanca de cambios es aquella que nos permita accionarla, tanto hacia arriba como hacia abajo, sin sacar el pie del estribo y solo necesitando moverlo en sentido lateral, para poder utilizar el empeine al accionar la palanca hacia arriba, o la planta en el caso de hacerlo hacia abajo. De igual manera sucede con la palanca del freno trasero que debe estar a la altura correcta que nos permita accionarlo sin desplazar el pie y que nos quede justo debajo, aunque sin ejercer una presión que calentará el freno trasero y gastará las pastillas o bandas. Además de esto debemos tener cuidado de que el freno tenga un recorrido y un tacto con el que nos sintamos cómodos y nos permita frenar eficientemente.
En esta secuencia se aprecia el movimiento correcto para accionar la palanca de cambios.
En conclusión una correcta posición sobre la moto y sobre sus mandos hará que circulemos de manera más cómoda y relajada lo que nos permitirá reducir el cansancio y tener mayor capacidad de reacción ante cualquier eventualidad que se nos presente.